Blogia
¤ †¦Årmand ßelmont¦† ¤ ‡ [ Figther Dreamer ] ‡

Capítulo 4. Oscuridad en Casa… Niña Asesina

Todo ahora se reduce a un solo ataque, o defenderme… asesinar o ser asesinado, en este caso quisiera no asesinar, pero necesito no ser asesinado… maldita sea… sin tan solo pudiera dejar mi humanidad por tan solo un instante… convertirme en ese frío asesino, cobrar la vida de esta niña… pero siento que estaría decepcionando a mi Caroline… creo que debo responder al ataque… una estocada… ella viene con tan solo una estocada… —lo siento Caroline— murmuro, empuño mi espada y inicio mi carrera para encontrarme con ese pequeño monstruo, me acerco mas y mas a ella, con cada paso… y poco a poco empiezo a mover mi espada para poder bloquear su estocada… y con ello girar mi cuerpo y con un golpe horizontal hacerle una herida en su espalda… eso es mas que suficiente… a menos que no sea lo suficientemente profunda…

—Tú pequeño estúpido, aun no comprendes la magnitud del asunto… tan empeñado estas en no asesinar… mira que evitar darme un golpe volteando la espada— maldita sea… al ultimo instante me arrepentí… solo voltee el filo de la espada hacía el otro lado… sin embargo… —ves lo que ocasiona tu estupidez, tu brazo izquierdo ahora esta dañado… sin embargo no dejaré de atacar… hasta — se detuvo un poco lamiendo la sangre de la hoja de su espada… sonriendo, una mirada fija sobre mi… bastante sombría y profunda… y a la vez sin expresión —No se que haya pasado contigo, no se porque tienes esa mirada, ni porque no muestras señales de sentimiento alguno… pero se que adentro de ti esta una niña asustada… esta tu lado humano— conteste tomando la espada en mi mano izquierda mientras me apoyaba en ella para poder levantarme… tomando con mi mano derecha la herida… hasta que pude levantarme y colocar la espada en mi mano derecha… y empuñándola con las dos manos en posición de defensa… era imposible saber porque cada vez que evitaba lastimarla se enfurecía mas y mas… y como una niña tan pequeña se convirtió en un asesino despiadado… retomando el ahora y el lugar… con mi espada en mis puños, una herida profunda en mi brazo izquierdo, soportando el dolor, me defendí una y otra vez a medida que como un escorpión ataca a su victima para inyectarle el veneno mortal, esta niña tan solo se dedicaba a atacar… una tras otra estocada, moviendo mi cuerpo, siguiendo una danza mortal, y como la araña trataba de atraparme en su telaraña… —Ataca… ¿por qué no atacas imbécil?... no valoras tu vida… puta madre… atácame… — gritaba una y otra vez… mientras sus ataques eran mas desesperados, rápidos y mortales… tratar de pensar me hacia mas y mas lento… y con una hemorragia, donde mi sangre impura brotaba, derramándose en el suelo, mezclándose con la lluvia… mi mente se nubla poco a poco, Débil de tanto esfuerzo, ya no puedo mas… mi mente se va mas y mas dejando mi cuerpo, el dolor empieza a desaparecer… creo que es parte de morir, mi ultimo aliento en mi ultima desesperación… me dejaré caer en la eterna oscuridad, para que Dios me pueda juzgar y de una vez por todas caer al infierno y sufrir, condené mi alma por mi amor, suena irónico, pero sin embargo, así es la única manera en que puedo, y debo convertir mi venganza… Caroline… mi venganza… es cierto, no debo vencerme, no aquí no ahora, no me toca morir, no quiero morir… CAROLINE!!!!!

Solo se escuchó mi grito, lanzándome por la niña, mi espada empuñada por mis manos, acercándome mas y mas, poco a poco, cerrando mis ojos con algunas gotas de lagrimas que inconscientemente salían y se derramaban por mis parpados, como un grito de dolor de mi alma, solo el destino decidirá si vivo o muero, si he de morir aquí quisiera estar contigo Caroline… corrí todo lo que mis piernas me dejaban correr, hasta toparme con la muerte… mi espada se encaja en algo blando, algo iba mal, mi espada entraba mas y mas, abrí mis ojos, enfrente de mí, la niña había desviado su espada y mi espada le había atravesado el pecho, instintivamente me detuve en mi correr, pero con la fuerza que llevaba lancé a la niña por los aires hasta lanzarla algunos 2 metros, maldita sea… —Ar… Armand, ese es tu nombre verdad?, er…es un estúpido humano— escuchaba sus palabras mientras me acercaba poco a poco a ella, su respiración era entrecortada — Di… dime Armand, por qué una persona como nosotros se dedica a esto, no… no entendí eso y este fue mi destino… — decía las palabras cada vez con mas dificultad, solté mi espada y caminé hacia ella, hincándome a su lado —Cállate… no hables, aún puedo salvarte, no quería asesinarte— coloqué mi mano sobre su herida —Armand… ya es demasiado tarde— —Solo calla, deja ayudarte, debemos conseguir una ambulancia— —Ar…Armand, tan estúpido eres para ayudar a tu enemigo, si tan solo te hubiera conocido antes— colocó sus manos sobre mi cara, y parte de su sangre quedó sobre mi rostro, esa sangre que debería ser pura, ese corazón de niño que debería estar puro, corrompido por el destino y la suerte… —her… Hermano mayor— su ultimo suspiro mantuvo esas palabras, sus manos lentamente cayendo y sus dedos acariciando mi cara, ahora caían lentamente marcando mi cara con líneas de sangre, mientras caían sus manos yo cerré mis ojos y grité con todas mis fuerzas… dolor, tristeza y rabia se mezclaban, mi sangre empieza a hervir, lentamente mi razón se empieza a nublar, mis cuerdas bucales se aflojan un poco, y en escasos segundo de mi boca solo salía un grito de dolor, tan grande para escucharse en la parte más oscura y hacer cimbrar a persona mas fría.

Tratando de comprender el por qué, mi alma se había perdido, mis lagrimas corrían mientras mis puños solo se cerraban con fuerza sobre las manos de la niña, llorando a grito abierto, terminando de vomitar todo sentimiento que me ata al ser humano, despedir las ultimas gotas de mi alma lo dejaré por esta niña, porque la persona que falleció no fue ella, fue la ultima parte de mi alma… Caroline, perdóname he asesinado a un inocente de nuevo… todo por ese hijo de puta, maldigo esta noche, mataré a ese hijo de puta, escoria de la sociedad, porquería, tomo mi espada y la coloco en su funda, mientras tomo lentamente la funda del cuerpo sin vida de la niña, y quitándole la espada de su mano colocándola suavemente sobre la funda, y ajustando esta misma al lado de la mía, así hincándome ante su cuerpo y con mis dedos sobre mi herida tomando algo de mi sangre —Hace un momento me llamaste hermano, no se por que lo hiciste, sin embargo deja compartir un tiempo contigo a solas y dejemos que nuestros corazones se unan en silencio—

Después de terminar mi plegaria, empecé a correr hacia la casa del estúpido que mando a la niña, no puedo contener mis lagrimas y mi corazón arde en las llamas del coraje y le impotencia… su sangre cálida aun estaba en mi cara… maldita sea porque debe pasar siempre esto, dime mi Caroline, si pudiera regresar el tiempo, desenfundé mi pistola puesto que había guardias aún adentro, corriendo lo más que podía dejarme correr mis heridas… aunque el dolor se había ido por la adrenalina de la furia contenida en mi ser, inicio… bang… el primer disparo de mi arma… justo en la cabeza de un guardia, este cayó al suelo fulminado por la bala incrustada en su cerebro… bang el segundo disparo al pecho de otro guardia… sin embargo no murió al instante, y en el frenesí de mi carrera lo remate con mi espada en el corazón, sin dejar que alguna se dibujara en su rostro… y parte de su sangre cayó cerca de mi boca… y la lamí, lamí el dulce sabor de la sangre de mi enemigo, ahora mi alma estaba sedienta de sangre y no me iba a detener hasta acabar con el hijo de puta… salió otro a mi derecha con un arma automática, coloqué el cuerpo sin vida del otro desgraciado como mi escudo, mientras llovía plomo sobre el cuerpo inerte, apuntando lentamente, bang… el tercer disparo al corazón, mientras otro atacaba por mi espalda para capturarme, saque la espada del agujereado cuerpo, lleno de plomo y di un giro sobre mi cuerpo para cortar la cabeza del otro sin ningún problema… y disparar sobre otro que se encontraba detrás de él… poco a poco se iba quedando sin protectores el hijo de puta… algunos escapaban, mientras otros resguardaban ciertas partes de la casa… corrí por la casa dejando un sin fin de muertos, era la masacre, tarde o temprano iba a suceder, mi mente disfrutaba realmente de la sangre, mi cuerpo se encontraba empapada en sangre de ellos, mía y de aquella chica… Caroline… mi amor, ve en lo que me he convertido, ahora ya no merezco tu amor, tu calidez, ni siquiera estar a tus pies… mi hermosa Caroline ahora me siento mas lejos de ti, porque la muerte nos separo… por qué… mi amor… por qué…. Lagrimas salen de mis parpados de nuevo… lagrimas de sangre, y mi corazón oscuro que reclama tu luz mi preciosa Caroline si no hubiera pasado… si tan solo te hubieras quedado conmigo…. ¡CAROLINE!.... mi ultimo grito antes de soltar mi último disparo contra el guardia final que se encontraba resguardando la puerta del despacho del ese pendejo hijo de puta… su muerte ahora esta sellada…

Pateé la puerta para abrirla de una sola vez, mi mirada se postro sobre un rincón donde se encontraba aquel estupido, sentado en el suelo sujetando un arma y temblando de miedo, me daba pena el muy idiota muerto de miedo, sabiendo que el ha matado a muchas personas… aquella chica, por la culpa de este pendejo…. Tiene que morir, tiene que dejar de existir porque no es mas que escoria de la sociedad enmascarado por la mentira un político que solo limpia sus manos… aproveché que él estaba paralizado para acercarme y con mi espada cortarle las manos de un tajo... soltando un grito desgarrador...

—de… déjame en paz, te daré lo que sea pero no me mates— me decía mientras se sujetaba lo que le quedaba de las manos mientras la sangre escurría por sus brazos… lo levanté y sin decirle una palabra lo llevé a la cocina… mientras pasaba por un espejo solo observé mis ojos llenos de furia en un rostro lleno de sangre.. —que quieres, déjame en paz… yo no he hecho nada— —ya veremos hijo de puta… tu y yo saldaremos cuentas pendientes— le dije mientras encendía la estufa… solo quería quemarle esos dos pedazos de carne que le quedaban en vez de manos para que no se desangrara, al pasar su carne por las llamas, grito con tal fuerza que casi reventaba mi oído… pero lo disfrutaba… me encantaba verlo sufrir escucharlo gritar, suplicar por su vida y yo con cierto sadismo lo metía mas sus brazos a las llamas… lo golpee y lo mande a volar a la mesa, y con su peso esta se venció, este se revolcaba como gusano en el piso, al sufrir el dolor de la quemada… sin embargo sin tocarme el corazón inicié a patearlo... lo levanté y golpee su cara con mucha fuerza… —Mira estúpido canta… quiero saber de Caroline Belnamdes, se que tuviste que ver en su muerte— —Yo no— lo volví a golpear en la cara, con el golpe el escupió sangre, tal vez le quebré una muela no supe… el muy hijo de puta lo merecía —No te hagas el muy pendejo, se que tu estabas ahí— le dije mientras lo tomaba del cuello —yo no…— lo volví a golpear en la cara… y en el estomago…

—Dime hijo de puta… no tengo paciencia… — coloqué mi espada en su pierna, mientras la atravesaba despacio hasta que salió del otro lado, sus lagrimas salían por la desesperación de ser cazado en ese instante, el hecho de ser la victima y no el victimario, la sangre excitaba mis sentidos, y el dolor llenaba de éxtasis la sed de venganza que traía en ese instante, me gustaba el olor a sangre… —El capitán López Urrutia— farfulló esas palabras… —Quién— le grite apretando mi espada en su pierna… —ahhh… el capitán López Urrutia, se encarga de la seguridad del Estado, ya déjame en paz ya tienes lo que querías—

Le di un ultimo golpe antes de dejarlo parado contra la puerta… —Bien hijo de puta, te dejaré vivir, porque conmigo ya saldaste tu deuda— me volteé para darle la espalda, sin embargo, inicio una risa —en el momento que te vayas haré una llamada y te van a joder… te van a mandar a chingar a tu madre— —Solo dije que te dejaría vivir por mi parte pendejo, aun le debes algo a esa chica— mientras desenfundaba mi espada de nuevo… —Así que lo siento estupido— mientras desenfundaba la espada de la chica… y rápidamente me volteé… —Hoy vas a morir— mientras con mi espada la metía en su cuerpo atravesando la puerta, me hice para atrás y sin dejarle el tiempo para gritar… tome con mis dos manos la espada de la chica y atravesé su cuello hasta el fondo… dejándolo sin la posibilidad de gritar ni respirar… y baje mi mano a la otra espada para halar hacia abajo para cortar su vientre… y hacer que todos sus órganos se esparcieran por el suelo, acercándome a su oído… —Esto es por mi hermana, hijo de puta— mientras en un frenesí se furia corte sus brazos con ambas espadas… y sus piernas… Caroline… ahora soy un monstruo…

2 comentarios

yezikita -

la verdad por delante! =)... pero espero me termines de convencer con el otro ps.. =)

yezikita -

ehmmm ya sabes q opino de este capitulo.. pero ps.. ni modo.. sigo esperando q acabes el 5º para terminar de leerlooo! =)