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¤ †¦Årmand ßelmont¦† ¤ ‡ [ Figther Dreamer ] ‡

Capítulo 3. Migajas del Corazón

     Después de estar parado más de una hora bajo la lluvia, aún recuperando mi cordura, la cual pendía solo de un hilo, en mi espada aun se escuchaba caer gotas de lluvia sobre la hoja totalmente limpia superficialmente, pero internamente manchada con la sangre de muchas personas, creo que dentro de algún tiempo eso inclinará la balanza hacia un lado, sin embargo, no tengo miedo, más miedo tengo en perder la cordura y dentro de ella perderte a ti mi amor… vuelvo en mi, debo seguir avanzando, seguir con mi misión, eso y antes de que miren que sostengo mi espada, la vuelvo a enfundar, levanto mi cara de nuevo hacia el cielo, pero ahora no hay una sonrisa dibujada en mi cara, sino un rostro sin expresión, dejo que la lluvia limpien mis lagrimas e inicio de nuevo a caminar por la calle, por esta misma calle por donde tarde o temprano correrá sangre, puesto que me encuentro muy cerca de la casa del político, paso a paso hasta llegar a una casa enorme, casi media cuadra, con una pared alta con alambre de púas en lo alto… vaya que se protege el bastardo, sabe que vivir como político y narcotraficante en lo oscuro vives con el corazón en la mano… entre el miedo y la felicidad que da temporalmente el dinero, dinero que pertenece al pueblo y dinero sucio “lavado” en los bancos del país, corrompiendo jóvenes, matando inocentes, todo por consecuencia de tan solo un acto de rebeldía, un acto de rebeldía que es tan solo el pequeño interruptor de muerte, porque directa o indirectamente tan solo una pequeña planta puede asesinar a muchos, no, es tan solo la estupidez humana, ¿es acaso que nacimos para destruir?... acaso no es que nosotros mismos inventamos asesinar al prójimo… acaso no fue el ser humano quien invento las armas para matarse unos a otros… y yo… tan solo soy un humano, con sed de venganza… quemando mis migajas de corazón, mis ultimas migajas, porque la mayoría de mi corazón se fue contigo Caroline, y tan solo espero que como aquel viejo cuento me hayas dejada un camino de migajas con mi corazón para seguirte hasta el fin del mundo.

 

     Vaya como lo esperaba, el portón de la entrada principal es totalmente opaco, y protegido por una persona, tendré que buscar por otro lado, caminando bajo la lluvia que cada vez se hacia menos, había ahora gente corriendo, como si fuera su última oportunidad de llegar  a un lado, su vida esta tan acelerada que a veces pierden algunos sentidos… no quisiera caer en acelerar mi vida, quisiera vivir tranquilo, pero es obvio que nunca lo haré, a menos claro que muera en este instante, que más quisiera para poder reunirme contigo… pero no dejaré a ningún hijo de perra pisotear tu memoria… aquellos que se atrevieron a separarnos caerán junto a mí…  —Disculpe, no fue… ¿Un árbol?— tan metido estaba en mis pensamientos que terminé con toparme en el camino de un árbol, es algo estúpido, como graciosa la situación, pero a la vez ventajoso… no hay nadie en las esquinas… y es lo suficientemente alto, ja… estúpido pero realmente ventajoso… subo el árbol cuidadosamente sin hacer algún ruido innecesario, activar alguna sospecha sería muy peligroso, poco a poco, llego a la copa del árbol, donde encuentro un lugar lo mas despejado por donde pudiera espiar hacia dentro de la casa, 1…2…3… 7 guardias, vaya que si tiene protección, esto será algo difícil, ahora si entiendo Belnamdes, no eres tonta… sabes pensar las cosas, tengo que aprender de ti… ahora solo me quedaré en silencio para observar más, alguna debilidad.

 

     —AB… ¿sabes que la vida es como el póquer?, tu no escoges las cartas y los ases bajo la manga no te ayudarán—… —vaya, otras palabras filosóficas Miguel, debes saber que eso no te llevara a nada… a menos a volverte loco como ese estúpido maestro hijo de su… —  —no seas pendejo AB… yo no decía filosofía… se que quieres tener algo con Caroline… tienes buenos gustos, aunque de pendejo y ratón de biblioteca no sales…— las palabras de Miguel se perdían en el aire mientras observaba caminar a Caroline en su uniforme de la preparatoria, perdido en el movimiento de su cabello, el movimiento de su cuerpo… tan solo verla me hacia perder en mi mundo… —Hazme caso pinche wey… Estás todo apendejado por esa vieja… se te nota…— había recibido un golpe en la cabeza, me había sacado de ver a tan semejante ángel caminar por la plaza cívica —hijo de toda tu put…— —Vamos AB no seas tan estúpido, creo que es hora de que le digas que sientes por ella, por lo menos acercártele, porque dudo que vayas a platicar algo bueno con ella… señor ratón de biblioteca—

 

 

 

     Vaya que me he quedado dormido, a que va ese sueño, un sueño tan raro… ahora lo recuerdo ese día… intente platicar contigo pero lo único que logré fue tartamudear algunas palabras enfrente de ti, parece un pequeño flash back de mi cerebro, tal vez atormentarme… ahora que lo recuerdo no he visto a Miguel, ni siquiera lo vi en el funeral de Caroline, que habrá pasado con él… vaya, hasta que decidiste salir maldito estúpido, ya me había cansado, será mi oportunidad?... no lo sé, pero estás ahí sentado en el balcón de tu habitación, mi oportunidad perfecta, el tiempo inicia a detenerse… empiezo a respirar mucho más lento y profundo, tomo mi pistola, moviendo lentamente mi mano hacia el bolsillo de mi gabardina, lentamente deslizando mi mano hacia fuera con el silenciador,  lo acomodo lentamente en el cañón de mi pistola, apunto lentamente a través de la mirilla de la pistola, respiro suave y despacio, esperando el momento justo de acabar con tu vida en tan solo un disparo, aunque no importa no sacarte información con tan solo verte muerto me da por suficiente, y así completar mi venganza.

 

     La paciencia es la mejor amiga del asesino, como en algún momento alguien me lo dijo, “espera, sigue a tu presa no te desesperes, tienes todo el tiempo del mundo, asegura el blanco respira hondo y presiona el gatillo”, lo siento Belnamdes no dejaré escapar a la presa, esta vez no, quisiera interrogarle, pero es más mi sen de venganza, mis cosquillas en el gatillo, y mi ilusión de verle volar los sesos por los aires, agregar un poco mas de oscuridad en mi corazón desvaneciendo el ser humano que hay en mí, acabando con mi similar, terminar con una vida más, conseguir mi venganza, esto es tan solo matar o matar…  sonrío, estas en la mira, empiezo a jalar el gatillo lentamente… —¡Papi!... estás aquí— ¿Qué?... una niña… ya no puedo detener mi dedo, yo… no puedo hacerlo enfrente de un ser tan puro… maldición todo transcurre tan despacio… ¿Qué debo hacer?... ¿la asesinaré a ella también?... demasiado tarde, la bala ya tiene un destino… cierro mis ojos… no quiero ver… destruiré la vida de un inocente…

 

—Intento de asesinato, ¡Guardias de prisa en ese árbol, disparen!—… abro los ojos, ¿he fallado?, se escuchan disparos, apenas pasan rozando muy cerca de mi, tanto que puedo escuchar el silbido de las balas… maldición debo bajar… salto de la rama del árbol, para echar a correr, maldición, puedo morir aquí… Caroline, no quiero irme sin saber realmente que pasó… me escondo detrás de una esquina, escucho pasos… esta demasiado cerca…  no deben observarme, alertarán a todo el pueblo, corro hacia el lado contrario…. —Alto ahí estúpido— maldición… —Baja el arma, despacio no queremos una tontería… vamos lentamente— no tengo opciones… aquí acaba todo mi Caroline… o tal vez… mi espada… no saben que la tengo… pero solo hay una oportunidad… —No me escuchas pendejo…— lentamente me agacho dejando la pistola en el suelo, el suelo aun mojado, podía escuchar el sonido de las gotas al caer en el charco, la lluvia no era mas que un chubasco ahora…  me levanto muy despacio colocando mi manos en todo lo alto, observando el cielo… pero sin dejarme ir, escucho los pasos de uno acercándose a mi por la espalda…  

 

     “Te dejaré mi última enseñanza, a veces cuando tu oponente es muy fuerte debes de esperar un empate y cuando baje la guardia” las palabras de mi abuelo llegaban a mi mente en ese instante, lo recuerdo muy bien en su lecho de muerte, acostado en aquella cama de hospital, aquel hombre revolucionario… que había sobrevivido a la revolución de mi país, ahora se encontraba aquí frente de mí sucumbiendo ante una enfermedad… abuelo… los paso se detienen… mi oportunidad… matar o morir en el intento, no hay que pensarlo más de una vez… bajo mis manos hacia mi costado izquierdo… agacho mi cuerpo… empuño mi espada un solo movimiento y determino quien vive y quien muere… mi golpe directo a la cabeza, con un giro de media vuelta, fue tan solo necesario para hacer volar la cabeza del guardia,  mi movimiento perpetuo de espada giratoria, con el movimiento natural de mi cuerpo lo deje caer para así recoger la pistola que había dejado anteriormente colocada de una manera que me favoreciera, no hay que titubear... el otro tipo tarda en reaccionar tomo la pistola… y descargo los otros 6 tiros que me quedaban en todo su cuerpo, y el último en la cabeza, termino hincado en el suelo con mi espada ensangrentada, y mi mirada al piso, ahora el agua se tornaba en color rojo carmesí, a consecuencia del desangramiento del cuerpo que apenas caía al suelo, como si el cuerpo se negara a morir, pero eso ya es demasiada tarde… el aroma dulce de la sangre se extendía a través de las gotas de lluvia… ese aroma dulce… el aroma dulce de la venganza, el aroma dulce de la muerte…  y sobre todo esto mi pecado…

—vaya… vaya… vaya… que rico aroma ¿no te parece?— escuché una voz detrás de mi —hace mucho que no me divertía tanto, mmm después de tanto tiempo al fin alguien fuerte, es realmente excitante— me levanté y voltee mi cuerpo muy despacio… — ¿La hija del político?—

— ¿Hija?... vaya que caíste con mi actuación, tan estúpido para ser un asesino, creo que no te debió de importar y debiste matarlo— me contestó con una pequeña risa —¿Quiere decir q…— —Así es… soy una asesina…— me quedé impresionado, sin embargo la impresión se fue con tan solo mirarla a los ojos, esos ojos que deben tener un brillo, ese brillo que representa que estas vivo no estaba presente en lo suyos, eran tan profundos como el mar e igual de oscuros, denotaban melancolía y tristeza…. Parecía muerta en vida… —bien, bien… no tenemos tiempo antes de que algún estúpido de señal a la policía— en su mano izquierda traía una espada… es tan solo una niña… yo no pienso matar a una niña… maldita sea… que hago… me convertiré en un infanticida, una niña de 14 años en frente de mi con una espada, no creo que vaya hacerme…

 

     Maldición es muy rápida, apenas pude esquivar el golpe, abriendo un poco una herida en mi pecho…  — ¿qué pasa?— —Yo no puedo matarte… eres…— —Una niña!! Ja... me das risa, en nuestro trabajo no debes considerar que si es hombre o mujer, niño o niña… tu solo debes asesinar…— solo podía esquivar sus golpes… y cada vez me hacia una pequeña herida en mi cuerpo, no podía predecir sus movimientos… no puedo ver a través de sus ojos, esos ojos que me absorben —Si dejas de luchar, solo significará tu muerte, y por lo que veo tu cuerpo no va a soportar mucho… decide… perece…

 

     ¿Qué hago Caroline?... me recuerda… aquella hija que tendríamos juntos, aunque no era mi sangre, la hubiera querido igual… no puedo asesinarla… no puedo atacarla… Caroline… yo no quiero matar a una niña… no quiero convertirme en alguien peor con un asesino. Estoy en un gran dilema… la mato y con ello mis migajas de corazón se extinguen… y si vive no me dejará terminar con mi misión… estoy dudando de mi promesa… mi Caroline… necesito tu apoyo… necesito tu respuesta… debo convertirme en un monstruo asesino de niños… Caroline mi amor… por qué me abandonaste?... por qué te fuiste aquel día… yo solo quería estar contigo… tener una familia, como seres humanos corrientes… sin embargo el destino me puso aquí y ahora contra una niña… no… también es un pequeño monstruo… yo me convertiré e algo igual ella… —Me aburres… es hora del golpe final… no fuiste tan divertido como esperé, tan sólo eres un patético asesino, aferrado a la humanidad, estúpidos humanos y sus sentimientos… prepárate… vas a morir…

1 comentario

Jessica -


hahha suspensooo!! muy wena como siempre otros 10 puntos a tu novela.. sigue asi y publicala k esta "a mdzz!" jijiji ya wenu cuidate musho y sigueee